La gimnasia rítmica es una de las disciplinas deportivas más bellas del mundo. Su esencia es la ejecución de diferentes elementos de ballet, danza y de gimnasia con acompañamiento musical. Los accesorios de gimnasia que se utilizan son la cuerda, el aro, la pelota, las mazas y la cinta.
Fue en la década de 1930 cuando este deporte nació en la Unión Soviética. El término “gimnasia rítmica” apareció en 1934 en la Escuela Superior del Movimiento Artístico del Instituto de Educación Física P. F. Lesgaft de Leningrado. Los primeros profesores fueron Yelena Gorlova, Roza Varshávskaya, Anastasía Nevínskaya, Zinaída Verbova y Alexandra Semiónova-Naypak. Ellas fueron quienes contribuyeron a la unificación de diferentes corrientes de la gimnasia en este deporte.
Inicialmente, la gimnasia rítmica era desempeñada sólo por mujeres, pero a partir de finales del siglo XX comenzó a haber competiciones masculinas. La mayoría de los ganadores de todas las competiciones a nivel internacional han sido ciudadanas rusas.
El secreto de los éxitos de la selección rusa es contar con la mejor escuela del mundo, y el sistema de preparación de gimnastas, creado por Irina Viner. La también seleccionadora y presidenta de la Federación Rusa de Gimnasia Artística, estableció un precepto decisivo:
Si una deportista se deja llevar por su grandeza, por su estrellato, esto resulta perjudicial para todas y, en primer lugar, para ella misma. Así no conseguimos ningún progreso. Si te quedas en el pedestal, como un personaje de cuento lleno de dulzura, no consigues nada. Si te bajas de él y olvidas tu triunfo, comienzas a trabajar con fuerza renovada.
La gimnasia como disciplina deportiva está regida por la Federación Internacional de Gimnasia (FIG), encargada de elaborar el Código de Puntuación y regular todos los aspectos de la competición internacional. Las competiciones más destacadas son los Juegos Olímpicos, el Campeonato Mundial de Gimnasia Rítmica, el Campeonato Europeo de Gimnasia Rítmica y la Copa del Mundo de Gimnasia Rítmica.