Sadkó es el título de una saga épica medieval de Rusia. El protagonista homónimo, era un músico originario de la ciudad de Veliki Nóvgorod, quien se ganaba la vida tocando el gusli, el instrumento de cuerdas múltiples más antiguo de Rusia.
“Un día en que la tristeza lo invadió debido a la falta de trabajo, se sentó en la orilla del lago Ilmen y comenzó a tocar. El zar del mar escuchó su música y se ofreció a ayudarle a conseguir dinero a cambio de que prometiera acudir a tocar el gusli a la orilla del lago. Entonces dijo a Sadkó que apostara con los mercaderes locales, respecto a que era capaz de pescar peces de oro en el lago Ilmen.
Así lo hizo. Los mercaderes rieron pero aceptaron la apuesta, y ante sus sorprendidos ojos, Sadkó ganó gracias a que el zar del mar le entregó los peces. Los mercaderes tuvieron que pagar la apuesta y nuestro protagonista se convirtió en un rico mercader”.
Sin embargo, la riqueza lo hizo un hombre orgulloso, que pronto intentó controlar todo el comercio de Nóvgorod. Al no conseguirlo, rompió la promesa que le había hecho al zar del mar y no acudió a tocar el gusli a su corte. Por ello, el zar provocó una tormenta que detuvo los barcos de Sadkó mientras se encontraba en altamar. La tripulación obligó a Sadkó a arrojarse al mar, y tuvo que volver a tocar el gusli para el zar.
“Cuando el zar del mar bailó, las tormentas comenzaron, y muchos barcos de Nóvgorod se hundieron. Los marineros rezaron a San Nicolás para que los salvase.
San Nicolás acudió a Sadkó para explicarle que debía romper su gusli para apaciguar al mar. El zar le ofreció una esposa para retenerlo, pero la única manera de librarse, sería elegir a la de aspecto más horrible. Así lo hizo Sadkó, y al recuperar su libebrtad, volvió a casa con su familia en Nóvgorod, donde se volvió un hombre virtuoso y querido”.
Durante el siglo XIX, esta historia figuró como motivo para obras como el poema “Sadkó” de Aleksei Tólstoi, o la ópera “Sadkó”, compuesta por Nikolái Rimski-Kórsakov. En 1953, Aleksandr Ptushkó dirigió la película homónima, basada en la ópera.