Catedral de San Basilio (Храм Василия Блаженного)

El 12 de julio de 2019 marca el 458 aniversario de uno de los iconos arquitectónicos más representativos de Rusia

La catedral de la Intercesión de la Virgen junto al foso, más conocida como Catedral de San Basilio, es un templo ortodoxo localizado en la Plaza Roja de la ciudad de Moscú, la cual goza de la fama mundial por su aspecto complicado y extravagante y sus cúpulas en forma de bulbo.

A pesar de lo que se suele pensar popularmente, la Catedral de San Basilio no es ni la sede del Patriarca Ortodoxo de Moscú, ni la catedral principal de la capital rusa, pues en ambos casos es la Catedral de Cristo Salvador.

En 1552, los ejércitos rusos comandados por Iván IV o Iván Grozni (“el terrible”) capturaron la ciudad de Kazán y, cuatro años después, Astracán, los dos reductos de la Horda Dorada que eran la mayor amenaza para Rusia desde el este. Ambas victorias se interpretaron como el triunfo del cristianismo ortodoxo sobre los musulmanes “infieles”.

La catedral de San Basilio fue construida a mediados del siglo XVI por orden del zar Iván el Terrible para conmemorar la victoria de Rusia sobre el Kanato de Kazán, que formaba parte del Imperio de la Horda de Oro. Más tarde el zar Teodoro I de Rusia mandó que se agregara una nueva capilla en el lado este de la construcción, sobre la tumba de San Basilio el Bendito, santo por el cual se empezó a llamar popularmente la catedral.

Una leyenda decía que el zar Iván dejó ciego al arquitecto Póstnik Yákovlev para evitar que proyectara una construcción que pudiera superar a esta, aunque parece claro que no se trata más que de una fabulación, ya que Yákovlev participó, pasados unos años, en la construcción del Kremlin de Kazán.

La catedral cuenta con diez torres, todas distintas, de influencia bizantina. Por dentro está pintada en su totalidad, vieja tradición rusa. Su estilo arquitectónico es único: no tiene ningún paralelo en la historia de la arquitectura en Rusia. La Catedral de San Basilio antecede a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México por tan solo trece años, aunque son de estilos completamente distintos.

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