Las particularidades culinarias son un aspecto muy interesante de la cultura de cada país. Hoy les hablaremos del aspic, denominación que se da a la gelatina empleada en la elaboración de platos fríos de carne, mariscos, verduras e incluso frutas. Se trata de una gelatina natural sin sabor, moldeada y aromatizada, que encapsula estos alimentos.
Suele prepararse para festividades durante el invierno, sin embargo, esto no es exclusivo. Su preparación implica varias horas y cierta habilidad gastronómica.
Una característica importante es que el verdadero aspic se cocina sin gelatina/aditivos artificiales y la carne debe ser cortada a mano. Se prepara un caldo con las partes del animal que tienen esa consistencia gelatinosa, las cuales reposan en agua hervida , y posteriormente a fuego lento durante alrededor de 4 horas. Se puede sazonar con hojas de laurel, granos de pimienta, ajo y la sal durante la última media hora de cocción. A continuación, el caldo se cuela en otra olla y se separa de la carne. La carne cocinada se limpia, se corta en trozos pequeños y luego se coloca en la bandeja donde se enfriará el platillo.
Posteriormente, la carne cubierta por el caldo se refrigera durante aproximadamente 24 horas hasta que nuestro aspic esté listo.
Al igual que con muchos platos rusos, el origen del aspic es un misterio. Sin embargo, la noción de “gelatina” apareció en Rusia en el siglo 19. Existen variedades regionales de la receta básica, y muchos hogares tienen su propia versión del aspic con diferentes tipos de carne o pollo, o incluso algunas combinaciones.