La fiesta de Año Nuevo en Rusia es una de las más importante del año, la más esperada y vistosa. Las tradiciones por la celebración de esta fiesta se han configurado a través de la historia de acuerdo con distintas influencias, tanto de las festividades paganas (por ejemplo, los disfraces o los juglares), como de los rituales occidentales, importados principalmente por la nobleza y la clase media y que después se volvieran populares entre la gente sencilla.
La época de Pedro Primero y de los siguientes gobernantes-reformistas introdujeron el Árbol de Año Nuevo con figuras decorativas, los fuegos artificiales, Papá Noel y la mesa de Año Nuevo con las respectivas delicias culinarias. Durante la época de la Unión Soviética, se popularizaron las figuras de Ded Moroz y a Snegurochka, el champán y las campanadas del Kremlin.
El Año Nuevo es una festividad que mayormente se celebra en familia. Poco antes de la medianoche se brinda “por el año viejo”; a las 12 menos cinco, por todos los canales de televisión y radio, se retransmite la felicitación de Año Nuevo del presidente de Rusia, luego se enfoca la torre Spaskaia del Kremlin con su campanario, y al dar las 12 se escucha el himno nacional, se bebe el champán y la gente abraza a sus seres queridos.
El árbol de navidad, que se decora en casa durante el mes de diciembre, permanece tradicionalmente hasta el 14 de enero, día en que se celebra en Rusia el Antiguo Año Nuevo, también conocido como Año Viejo Ortodoxo, de acuerdo con el calendario juliano, utilizado hasta que la Rusia Soviética oficialmente adoptó el calendario gregoriano en 1918.