Anna Netrebko es una de las mejores sopranos líricas de su generación. Nació el 18 de septiembre de 1971 en la región de Krasnodar, en la aún Unión Soviética.
Su historia podría parecer ficción, ya que durante los 90 Anna tomó un empleo como portero en el Teatro Mariinsky de San Petesburgo, para poder asistir a espectáculos de ópera. “Yo podía ver los ensayos y actuaciones. Yo estaba en el teatro veinticuatro horas al día”, dijo. Una historia que circula por ahí, es que ella fue descibierta por la estrella rusa Valery Gergiev mientras lavaba los pisos en el teatro.
En 1993 ganó la importante Competencia Vocal Glinka de Moscú, y en 1994 debutó en el Mariinski como Susana en Las bodas de Fígaro. Siguió cantando papeles destacados con la Ópera Kírov, incluyendo Amina en La sonnambula, Pamina en La flauta mágica, Rosina en El barbero de Sevilla, y Lucía Di Lammermoor en Lucia di Lammermoor.
Se dio a conocer al público americano en 1995 en la San Francisco Opera con la producción de Mikhail Glinka Ruslan y Lyudmila, una vez más llevadas a cabo por Gergiev.
En 2002, Netrebko debutó en el Metropolitan Opera como Natasha, en el estreno en el Met de Guerra y paz.
Su disco debut, Anna Netrebko: Opera Arias, fue publicado en el sello Deutsche Grammophon a finales de 2003. Actuó junto al tenor Plácido Domingo y Rolando Villazón en julio de 2006, con motivo del Mundial de Alemania.
En diciembre de 2014, Anna Netrebko entregó un cheque por valor de un millón de rublos (18 500 dólares) para ayudar al Teatro de Ópera y Ballet de Donetsk de la Academia Estatal de Donetsk Anatoli Solovyánenko.
Netrebko cantó el himno de Rusia en la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno de 2014 en Sochi.